abril 26

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¿Cómo es que las emociones afectan tu cuerpo?

Antes que todo, quiero contarte una historia...

Quiero contarte mi historia con este increíble lugar del cuerpo, la unión neuromuscular, que pasa a constituir el sagrado espacio de encuentro cuerpo/mente.

Cuando me encontraba finalizando mi primer año de medicina tuve que rendir el examen oral más angustiante de lo que hasta en ese momento había vivido a mis cortos 17 años.

Nunca olvidaré la pregunta que me hizo reprobar mi examen final de la asignatura “Fisiología General”… sí, desde esa época este concepto que en aquél momento para mí era un absoluto imposible (así tal cual, en ese momento no cabía en mi concepción del sistema nervioso que había una conexión directa entre neuronas y músculos… razón por la que reprobé el examen).

Pero me parece interesante profundizar un poco más este hecho… 

¿Por qué teniendo excelentes calificaciones en biología, habiéndome destacado en el área de ciencias y siendo absolutamente disciplinada en mis estudios, no pude “aceptar” que había una conexión directa entre neuronas y músculos?


Las neuronas no están sólo en el cerebro

Hoy, mirando hacia atrás descubro que tal vez no sea la única persona, que teniendo amplios conocimientos en el área de la biología, no comprenda cómo funciona realmente nuestro sistema nervioso.

Comprendo que en mi formación académica primaria y secundaria adquirí el concepto irrefutable de que las neuronas se encontraban en el cerebro, lo cual no es errado por sí mismo… 

Pero lo que yo no había alcanzado a entender, es que las neuronas están a lo largo de todo el cuerpo y no sólo en el cerebro.

Tampoco había comprendido que los famosos “nervios” que inervan nuestro cuerpo eran los axones (las colitas) de las neuronas. 

De alguna u otra forma, para mí los nervios eran como cables que nacían desde la médula espinal y que nada tenían que ver con las neuronas directamente,… 


Las neuronas "conversan" con los músculos.

Francamente no sé de qué manera me aprendí la anatomía del sistema nervioso, pero sin duda la imagen que tenía de él, no se correspondía con que en alguna parte del cuerpo una NEURONA hiciera sinapsis con una célula MUSCULAR.

¿¿CÓMO??, ¿Neuronas conectando con otras células que no eran neuronas? Definitivamente yo debía haber entendido algo mal, las neuronas estaban en el cerebro que se ubica dentro del cráneo y dentro del cráneo NO HAY MÚSCULOS, de eso estaba segura… 

Por lo tanto pensar en que la unión neuromuscular era la unión directa de una neurona con un músculo, simplemente no tenía cabida en mi forma de entender el sistema nervioso.


Volviendo a la historia de mi examen

Pues bien, el examen final de fisiología constaba de una serie de más de 200 preguntas que debíamos estudiar y de las cuales en azaroso sorteo escogeríamos al día del examen sólo 3 de ellas.

Recuerdo que me dediqué a estudiar, aprenderme, esquematizar y MEMORIZAR cada una de las 200 y tantas preguntas del listado que nos entregaron… sin embargo había 3 de esas más de 200 preguntas que yo no podía comprender…

Entre ellas "la unión neuromuscular".

En esa época no existía internet, en mi familia todos eran del área humanista y artística y sencillamente no tuve a quien preguntarle mi duda, el libro insistía en describir la unión neuromuscular de una manera que para mí no era posible, así que mi cerebro se negó a aprenderlo… 

Pero yo decía… cómo será que, de tantas preguntas, justo elija alguna de estas 3 que no sé responder... y ¡voilá!, tal como el universo me ha enseñado con mis años de existencia... pues sí, de las 3 preguntas que previo al examen no supe responder, elegí 2 de ellas dentro de las 3 que sorteé.

La pesadilla del examen final

Francamente cuando vi la pregunta me puse pálida, estaba frente a la comisión de 3 profesores y yo sabía que no entendía cómo acontecía el fenómeno de la unión neuromuscular. Igual había memorizado el proceso fisiológico, me sabía “a lo loro” cómo ocurría el fenómeno de conducción eléctrica en la unión neuromuscular…. 

Pero no entendía dónde estaba eso en el cuerpo… definitivamente era un agujero negro en mi capacidad de comprensión de la anatomía que me hacía crear un “corto circuito mental” de esos que bloquean el pensamiento.

Lo primero que les dije a los profesores fue eso: “no logro entender este esquema”, no entiendo exactamente qué es esto (pues en la pregunta estaba la imagen del lugar exacto donde el terminal axonal hacía contacto con la célula muscular).

Los profesores que al parecer me vieron con cara de “cordero degollado”, intentaron ayudarme y me dejaron que yo explicara lo que sí entendía…

Y ahí me puse yo a recitar todo lo que me había memorizado, y lo dije PERFECTO.

No cometí ningún error, pude explicar de memoria exactamente TODO el proceso de transmisión desde que la neurona libera el neurotransmisor (acetilcolina), hasta que la fibra muscular se contrae, mediando una serie de aperturas de canales de calcio y sodio, de extrema complejidad…

Y los profesores me dijeron “muy bien” exactamente eso es… sí sabes…

Hasta que de pronto uno de los 3 examinadores me dijo: “ahora explícamelo en el modelo” (refiriéndose al dibujo)

Y él, para ayudarme, me dijo “esta es la neurona y este es el músculo”.

(Y yo dentro de mi ¿¿QUÉEEE??? ¡¡¡Una neurona no puede hacer sinapsis con un músculo!!) y le dije de nuevo:

“No entiendo el esquema”…

Ya con menos paciencia tomó el plumón y dibujó la neurona en la pizarra, dejó un pequeño espacio y al lado puso la fibra muscular, e insistió que le explicara lo mismo que había recitado, pero en el dibujo…

 En ese momento ya estaba entrando en estado de "desesperación" y con lágrimas en los ojos le dije “No sé cómo una neurona se puede conectar con un músculo, tal vez haya una segundo mensajero que ayude en la conexión”…

No pude terminar de hablar.

El profesor, completamente fuera de sí, se paró de la silla y me dijo “¡IDIOTAAA!!!” te has aprendido todo de memoria y no entiendes nada de lo que estás diciendo, sal de esta sala!!!

¡¡¡Estás reprobada!!!

Y sí, descalificándome en todos los sentidos, me echó de la sala gritando y descontrolado…

Salí llorando con angustia, pues mi máximo temor se había hecho realidad, por primera vez en mi vida REPROBABA (lo que activó tremendamente mi herida de rechazo y abandono, pero que no profundizaré en este artículo para no desviarme –tanto– de lo que nos convoca).

Una segunda oportunidad

La formación de medicina permitía volver a rendir el examen al inicio del año siguiente, si aprobaba podía continuar con mis estudios normalmente, si no aprobaba debería repetir todo el año sólo la asignatura reprobada…

Así que me dediqué todo enero y febrero a estudiar de nuevo las 200 y tantas preguntas.

Esta vez me conseguí 3 tratados de fisiología diferentes que me llevé a mis vacaciones y me dediqué a estudiarlos durante los dos meses, de lunes a domingo.

Esta vez logré entender lo que ocurría… fue entonces cuando comprendí que las neuronas no estaban sólo dentro del cráneo y que las sinapsis no ocurrían sólo entre neuronas.

Siempre he gozado de una capacidad de memoria inusual, podía (puedo) aprenderme volúmenes de materia (aún sin comprenderla) con asombrosa exactitud.

Sin duda, fue un recurso que me salvó la vida en incontables ocasiones en mi formación como médico, donde se relevaba el aprendizaje de cifras, anécdotas, datos curiosos y nimiedades por sobre la comprensión global del ser humano, sumado a que fui madre de mis dos hijos durante mi formación académica y con escaso apoyo familiar.

Sencillamente sin este DON, no lo hubiera logrado.

Pero volvamos a la “unión neuromuscular”:

Como queriéndome hacer un chiste, al repetir mi examen de segunda oportunidad, el universo me hizo sortear otra vez la misma pregunta… esta vez pude responder con orgullo todo lo que sí sabía… aprobé mi examen…

Pero odié con toda mi alma “la unión neuromuscular”, atribuyéndole a ella el hecho de haber arruinado mis vacaciones y de haberme hecho reprobar por primera vez en la vida un examen.

A modo de trauma... jamás olvidé el proceso fisiológico de cómo conecta una neurona con un músculo, porque como ya les dije mi memoria no me lo permite…

Por más que quise tapar y dejar “bajo la alfombra” este conocimiento, no fue posible.

En esa época no tenía idea lo que significaba INTEGRAR conocimientos básicos para comprender lo global, estaba acostumbrada a estudiar para obtener una calificación y no para integrar conocimientos.

La comprensión de la unión mente-cuerpo

Muchísimos años más tarde, casi asombrosamente, vuelve a aparecer ante mí la unión neuromuscular, pero esta vez como el ESLABÓN perdido que me permitió comprender cómo aquello que pasa en nuestros pensamientos, emociones y sensaciones, ocurre también en nuestro cuerpo.

Increíblemente, siento como si el universo hubiera grabado este episodio y me hubiera tenido dos meses estudiando el fenómeno, precisamente, porque sería una de las herramientas más poderosas que me permitiera comprender finalmente que la unión mente cuerpo sí existe:

Tiene ubicación anatómica y está distribuida a lo largo de todo nuestro cuerpo.

Esto me ha permitido comprender con asombrosa amplitud cómo funcionamos en tanto seres humanos sintientes y pensantes, y que la impresión que todos tenemos de que “las emociones afectan nuestro cuerpo”, no es sólo una simple impresión, sino un hecho concreto, específico y que tiene lugar en ese espacio magníficamente pequeño:

La unión neuromuscular.

Me encantaría que alcanzaras a entender, igual que yo, cómo ocurre este fenómeno. 

Sé que no es fácil, por lo tanto, por esta vez, me sentiré bastante satisfecha si al menos logro explicarte cómo tu cerebro conversa todo el tiempo con tus músculos:

- Múculos lisos (de tus vísceras, vasos sanguíneos, órganos internos).

- Músculos estriados (los músculos que movilizan tu esqueleto).

Tus células musculares son de lejos, de las más abundantes en tu cuerpo, por lo tanto todo lo que ocurre a nivel de tu sistema nervioso central, ocurre en tu cuerpo y VICE VERSA.

Acá tienes tu sistema nervioso central, compuesto por tu cerebro, cerebelo, bulbo raquídeo y médula espinal.

Si te fijas bien, de la médula espinal nacen “nervios”, que no son nada más y nada menos que los axones de tus neuronas (las colitas), axones que se irán a conectar con un músculo.

No lo olvides nunca: las neuronas hacen sinapsis entre ellas o con un músculo.

El comportamiento humano

Cuando comencé a estudiar el comportamiento humano y aprendí que el tono muscular es consecuencia de una suma de eventos sensoriales y cognitivos, comprendí que TODO lo que nos pasa a nivel emocional ocurre DENTRO de nuestras células, en nuestro cuerpo y gracias a él.

NO es posible sentir miedo si no tienes músculos, tampoco es posible aprender nada si no tienes músculos, pues tanto las rutas afectivas, emocionales y cognitivas están presentes en la respuesta motora.

Como dice Feldenkrais, son distintas caras de una misma moneda, de modo que:

- pensamiento, 

- sensación, 

- emoción y

- movimiento.

Ocurren simultáneamente y por la MISMA ruta neurológica.

¿Te das cuenta lo que esto significa? 

Significa que cada vez que te mueves estás utilizando sendas rutas cerebrales que paralelamente están afectando tus emociones, sensaciones y pensamientos. (Y vice versa).

Motivos cruzados

Feldenkrais estudió durante toda su vida el comportamiento humano.

Así pudo comprender que cada vez que hacemos algo que no queremos, nuestro cuerpo se defiende del evento, creando una ruta neurológica que se opone a ello y otra que va en la línea de hacerlo forzadamente, a esto le denominó motivos cruzados.

De esta manera:

Cada vez que un niño aprende a través de gritos, castigos, golpes, represiones, de cualquier índole, va generando estos motivos cruzados, que corporalmente se traducirán en CONTRACCIONES musculares crónicas.

En sencillo:

Motivo 1: Quiero comer pastel 🡪 acción: alcanzo el pastel para comerlo.

Motivo 2: No debo comer pastel porque mamá se enojará 🡪 acción: freno el impulso del motivo 1.

Estos dos motivos, que generan respuestas distintas, son los “motivos cruzados”.

Entonces tenemos 2 motivos y finalmente ambos se contraponen, neurológicamente hablando, el cerebro APRENDE normas de comportamiento social que le aseguran la supervivencia, a pesar de sus propios impulsos. 

Pero cada vez que un niño modula su comportamiento por miedo, lo que hace desde el punto de vista neurológico es crear rutas de motivos cruzados, que mientras más se repiten, más se refuerzan.

Ya te he dicho en otros escritos, que el cerebro es muy práctico, si detecta que estás repitiendo mucho cierta ruta, sencillamente la saca de tu conciencia y la pasa al “piloto automático”.

En sencillo: la ruta se automatiza y ya no necesitarás pensar cada vez que hagas algo.

Casi de la misma forma que opera un reflejo, el cerebro elegirá la ruta del motivo cruzado y te hará descartar la idea de comer pastel ya sin siquiera razonar por qué lo haces.

A esto Feldrenkrais le denominó "acción compulsiva".

Es decir, los motivos cruzados, al automatizarse se transforman en una compulsión y sin saber por qué ni darte cuenta del mecanismo que está a la base de tu acción, eliges no comer pastel nunca más.

 (Sencillamente no es posible para ti comer pastel).

Las compulsiones son todas nuestras respuestas automatizadas, que no dan espacio a modificaciones, ni variedad en la respuesta, dado que no tienen paso por nuestra conciencia, y recuerda, mientras más las repites, más se refuerza la ruta y más se consolida la compulsión.


Acortamiento muscular por motivos cruzados

Si lo llevamos a la unión neuromuscular, se trata de neuronas motoras que estarán permanentemente siendo estimuladas, porque los circuitos automatizados se autoestimulan, generando una permanente contracción muscular.

Esta contracción "crónica" se corresponderá con la fatiga neuronal asociada y un acortamiento muscular como consecuencia de la contracción permanente del músculo.

"tus problemas posturales no son más que desvíos óseos como consecuencia de la suma de motivos cruzados que hay en tu cuerpo".

Recuerda que tus músculos se insertan en tus huesos.

Si un músculo está permanentemente contraído y por lo tanto acortado, esto generará un desvío de tu estructura ósea, provocando las denominadas “malas posturas”.

La verdad es que tus problemas posturales no son más que desvíos óseos como consecuencia de la suma de motivos cruzados que hay en tu cuerpo.

Así, pies planos, escoliosis, artrosis, bruxismo, comerse las uñas, tener anorexia, y un sinfín de “patologías”, no son más que el resultado de los motivos cruzados reforzados a lo largo del tiempo.

Estas rutas neurológicas en oposición, van dejando a su paso un “organizado” desequilibrio corporal, mental, emocional y perceptivo.


Si tu cuerpo está desviado, tus emociones y pensamientos también lo están.

Si se afecta la musculatura, se afecta: el pensamiento, el sentimiento (emoción) y la sensación.

Y vice versa, si afectas cualquiera de estas áreas se estarán afectando las otras, porque conforman diferentes aristas de una misma ruta neurológica.

Es así como un tono muscular determinado, está asociado a un comportamiento determinado.


¿Es posible recuperar el motivo único, para desarmar los motivos cruzados?

¡La buena noticia! ¡Podemos recuperar el motivo único! 

No seguir actuando compulsivamente es posible (no es fácil, pero si posible)

Podemos generar modulación de estas rutas neurológicas mediante el movimiento.

(También mediante cualquiera de las otras aristas, pero resulta un poco más difícil, puesto que es más probable que sientas mayor resistencia a incorporar una nueva forma de comportamiento y pensamiento, que una forma diferente de ejecutar un movimiento).

Al afectar el movimiento, afectas el comportamiento porque afectas tu forma de pensar y de sentir, porque aunque suene reiterativo, es importante que no olvides que forman parte de un mismo elemento neurológico.

Hablarle al cuerpo en su idioma

El idioma del sistema nervioso es el movimiento, y podemos modular nuestro cuerpo de manera intencional, incluso en su funcionamiento más sutil, a través del movimiento CONSCIENTE.

La gran hazaña de Feldenkrais fue observar y comprobar que cuando haces los movimientos atentamente, comienzas a integrar nuevas neuronas en las rutas automatizadas… es lo que en neurociencias denominamos “neuroplasticidad”.

Al utilizar la conciencia, obligas a tu sistema nervioso a “revisar” la ruta sobre estimulada y éste comienza a elegir aquellas zonas que permiten movimientos más libres y fáciles.

Es decir… te devuelven a la ruta del primer motivo, que debiera ser finalmente lo único que siempre debiste haber hecho, el motivo 1, desarmando así las rutas de motivos cruzados.

Cuando haces los movimientos de manera atenta y consciente liberas a tu cerebro de las compulsiones, abriendo paso a la espontaneidad, variedad y recuperación de la autonomía adulta y no al automatismo frenético provocado por el miedo y que te impide ser tú.

¿Estás segura de todo esto Ximena?

Pues compruébalo por ti mismo, te invito a poner en práctica esta clase y cuéntame cómo te va >>> https://soundcloud.com/user-24436048/girando-el-cuello-con-los-ojos/s-mixvE


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