¿Te has sentido así?

Si has sentido estos síntomas en ti, entonces es hora de preocuparse, porque si dejas tu insomnio estar, estas son las complicaciones futuras:

• Falta de concentración y atención, progresivo deterioro de la capacidad de pensar y formular ideas con claridad.

• Comienzas a reorganizar tu sistema nervioso con cambios en la actividad cerebral similares a los experimentados por las personas con trastornos psiquiátricos graves, de hecho es así como pueden iniciarse muchos cuadros psiquiátricos: depresión, ansiedad, baja tolerancia al estrés, fobias, crisis de pánico, entre otras.

• Trastornos corporales tales como: estreñimiento, úlceras gástricas, bruxismo, apnea del sueño.

• Mayor posibilidad de aumento de peso y más predisposición a la obesidad, pues se modifica tu perfil hormonal, que sitúa a tu cuerpo a un estado “pre-diabético”, haciéndote sentir hambre aun cuando ya has comido y enlenteciendo tu metabolismo.

• La inactivación de  tu sistema inmunológico, facilitando la presencia de enfermedades autoinmunes y el cáncer.

• Activación de la pérdida de memoria, que es el inicio de patologías tan graves como el Alzheimer.

• Acelera y promueve el envejecimiento prematuro.

• Predisposición a enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial, y las enfermedades cardiovasculares.

Es en ese punto, cuando estás tan estresado y tan ansioso, que tu cuerpo comienza a ignorar completamente tu ciclo de sueño y vigilia.

Comienzas a quedarte hasta pasado media noche trabajando, despiertas o muy temprano, o muy tarde, comienzas a generar compulsiones... y finalmente toda la lista de efectos nocivos que te puse más arriba.

El insomnio se produce cuando tienes una sobrecarga de estrés tan grande en tu vida cotidiana, que altera completamente tus ciclos normales de sueño y vigilia, impidiéndote dormir.

¿Pero cuál es la honesta causa de ese estrés?

A mí siempre me gusta ir al origen del problema. 

En general los médicos dicen "tiene insomnio, entonces es porque tiene estrés. Vamos a darle remedios para taparle el estrés", pero no se molestan lo más mínimo en buscar una solución a la causa de ese estrés.

Como podrás darte cuenta, nuestra vida contiene múltiples episodios que van constituyendo la forma de percibir el mundo y así mismo la forma de relacionarnos con él.

Cuando has tenido experiencias traumáticas en tu infancia temprana, o cuando eres obligado a aprender cosas para las que aún no estabas preparado física o emocionalmente en cualquier momento de tu vida, da lo mismo qué aprendizaje sea, se generará en tu cuerpo estrés.

De esta manera, cada nuevo evento que sumas sobre esa reacción de estrés, comienza a agrandar la ruta neurológica que se inició en la infancia, determinando de adulto que eso se traduzca en insomnio.

Si te das cuenta, las personas que padecen insomnio tienen muchas historias de traumas en sus vidas, sumado a una civilización moderna poco respetuosa de la individualidad y ritmos personales, el problema se agrava aún más.

Tu sistema nervioso tiene la capacidad de calibrar cualquier desbalance que se presente en el proceso para permitir de todas maneras el normal funcionamiento, activando ciertas funciones de emergencia y permitiéndote funcionar aun cuando tu cuerpo no esté preparado, pero así lo requieras ante una situación grave.

En nuestro actual modo de vida lleno de eventos estresantes, llega un punto en que ya no es capaz de seguir calibrando, es tan grande el desequilibrio que nuestro botón de emergencia se queda permanentemente “apretado”, liberando hormonas de estrés que te harán activarte y estar en un estado de alerta permanente que claramente terminará por dañar alguno de tus circuitos bilógicos.

Suma tus patrones de ansiedad y suma la alteración del ritmo circadiano, el resultado es desastroso, se producirá un desequilibrio tan grande que no podrás dormir, con las graves consecuencias que eso provoca.

¿Cómo volver a balancear estos circuitos?

Esto es exactamente lo que encontrarás dentro: